San Francisco se rindió la noche del jueves ante el artista español Diego el Cigala, que arrancó ovaciones a un público que se confesó emocionado ante la fusión de flamenco, rumba, boleros o tango durante las más de dos horas de concierto.
Considerado la gran voz del flamenco contemporáneo y acompañado por su banda de músicos cubanos y españoles, el Cigala interpretó temas de su último disco «Romance de la Luna Tucumana», como La «Canción de las Simples Cosas» o «Naranjo en Flor», referentes del tango y el folclore argentinos.
A esos se sumaron clásicos como «El Día que me Quieras», «Dos Gardenias para Tí», «Inolvidable» o «La Bien Pagá», con la que quiso rendir tributo al que calificó como «mejor cantaor de flamenco» de todos los tiempos, Camarón de la Isla, fallecido en 1992.
El cantaor que debutó este jueves por primera vez en San Francisco, en el conocido Centro de Jazz de la ciudad, donde tendrá actuaciones hasta el domingo, celebró el poder de la música que «eleva los corazones, tanto en la tristeza como la soledad».
«¿Qué haríamos sin música?», se preguntó, para responder a continuación «nada».
Aprovechó su paso por San Francisco para recordar a artistas ya fallecidos como Paco de Lucía y Mercedes Sosa, así como el escritor colombiano, Gabriel García Márquez.
«Estoy orgulloso de estar esta noche aquí. Orgulloso de haber tenido esa escuela de todos esos grandes. Mis respetos», dijo el cantante, que alcanzó éxito internacional en el año 2002, con su disco «Lágrimas Negras», con Bebo Valdés al piano.
El público que abarrotó la sala del Centro de Jazz de San Francisco, donde tuvo lugar la actuación, no ocultó su emoción ante la interpretación del artista, al que la cadena británica BBC bautizó como «la realeza del flamenco».
«Fue espectacular. Cigala es maravilloso. Los músicos son extraordinarios. Fue una cosa exuberante. No sé ni cómo expresar lo que sentí», explicó a Efe la mexicana Gabriela Sánchez, quien aseguró haber llorado varias veces durante el concierto.
«Casi me desmayo. Estoy flipando, como dicen los españoles», bromeó Sánchez.
Similar entusiasmo mostró Tom Mayers, un estadounidense casado con una española que escuchó esta noche por primera vez al Cigala: «Tiene una voz hermosa. Fue fantástico. Quiero escuchar más de su música, aprender más sobre él».
«Cuando debutó en el escenario y empezó a cantar, me sentí transportado. Su voz es increíble», añadió Mayers.
No faltaron tampoco los españoles entre la audiencia como Rosa Ten, quien consideró el concierto «precioso, espectacular, fenomenal».
Su marido, Carlos Payá, celebró el que «no pasen los años por el Cigala, un artistón» y consideró el concierto «un regalo de Reyes por adelantado».
Nacido en una familia de artistas españoles, gitanos, en Madrid, Ramón Jiménez Salazar, mejor conocido como Diego el Cigala, ganó sus primeros premios a los 12 años y comenzó a trabajar muy joven con artistas como Camarón de la Isla, los guitarristas Paco Peña, Tomatito y bailaores como Farruco, Carmen Cortés o Joaquín Cortés.
Para Cigala el ser un puente entre diferentes tradiciones musicales se ha convertido en un arte y respondió en una entrevista reciente que el escuchar a María Callas, Mozart o Ray Charles agranda el oído. «Soy un cantaor de flamenco, pero no estoy solamente para escuchar flamenco».
Su gira por EE.UU. incluye paradas en Los Ángeles, Washington o Miami, entre otras ciudades.